Los rellenos inyectables constituyen una de las técnicas de rejuvenecimiento facial más populares. A medida que envejecemos, los tejidos subyacentes que mantienen la jovialidad y la firmeza de nuestra piel comienzan a romperse debido a los efectos de la gravedad, la exposición al sol, la alimentación, los factores genéticos y los años de movimiento de los músculos faciales. Con el transcurso del tiempo, estos factores contribuyen al desarrollo de líneas, arrugas y pliegues en el rostro.
Con el tiempo, el cuerpo eventualmente metabolizará y absorberá el relleno aplicado. Por lo tanto, aunque los efectos son inmediatos, las inyecciones de rellenos no otorgan los mismos resultados de larga duración que pueden obtenerse mediante la cirugía cosmética. Aunque la duración de los resultados varía en cada paciente, los resultados de las inyecciones varían según la composición del producto utilizado.